Mi estancia en Alberg Solidança fue genial. El personal fue amable y servicial, y la ubicación era perfecta, a solo un minuto del centro de Palafrugell. La limpieza de la habitación fue impecable y el convento convertido en albergue le dio un ambiente único. disfruté de las comodidades de la cocina y del patio para relajarme. En general, recomendaría este albergue.

La relación calidad-precio fue un poco alta para ser agosto y un albergue. pasé calor en la habitación ya que no tenía aire acondicionado, solo un ventilador que no enfría lo suficiente.

Espacios comunes amplios

Hermoso jardín para comer o cenar. Cocina equipada para preparar comidas.- Excelente atención del personal.- Antiguo monasterio con encanto.- Habitaciones limpias y cómodas.- Silencio nocturno absoluto.- Ubicación perfecta para visitar Costa Brava

Nada para mí.

Personal atento, desayuno completo, habitación cómoda, edificio interesante, amplios espacios comunes.

No hay nada negativo.

La ubicación del alojamiento es buena ya que permite tener acceso fácil a algunas atracciones turísticas. Además, las habitaciones son amplias y cuentan con duchas interiores perfectas. Algunos huéspedes mencionan el buen ambiente y la calma que se encuentra en el lugar. hay un desayuno bastante completo que se puede disfrutar por las mañanas.

Encontré que el jardín estaba en mal estado y no era tan verde como se veía en las fotos.

Pasé unos días en este encantador albergue y quedé completamente satisfecho. La limpieza fue impecable, lo que fue muy importante para mí. me encantó el ambiente tranquilo y silencioso que me permitió dormir estupendamente. El desayuno era bastante completo y delicioso. Además, la habitación era amplia y contaba con una ducha perfecta. Los baños compartidos también estaban muy limpios. El personal fue muy amable y el albergue tenía salas comunes y rincones acogedores que le daban un encanto especial. Los jardines eran preciosos y ofrecían un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la estancia.

Puedo recomendar este hotel a todos.

El servicio en recepción fue excelente. El personal fue increíblemente cálido y amable. La habitación estaba cómoda y limpia, y el antiguo convento reconvertido en albergue tenía un diseño cuidado. Además, el albergue contaba con todos los servicios necesarios, incluyendo una cocina donde podía cocinar. había un patio donde se podía descansar. La ubicación del albergue era perfecta, en el centro del pueblo, lo que lo hacía ideal para visitar la Costa Brava tanto en coche como en autobús. En general, quedé muy satisfecho con mi estancia.

Todo es genial.

Me encantó la ubicación del hostel, ya que está rodeado de naturaleza y hay un camino de bicicleta que te lleva directamente a la playa de Tamariu. Además, el albergue cuenta con un jardín y un huerto gigante, lo cual es muy interesante. Por otro lado, las instalaciones estaban impecables y se reciclaba todo. agradezco que me permitieran dejar mis cosas en la taquilla y entrar al albergue temprano.

Tuve problemas para dormir debido al ruido en la habitación individual. Podía escuchar las conversaciones de la habitación de al lado, lo cual hizo que me costara mucho conciliar el sueño.

Infraestructura impresionante, atención amable, ambiente único, buena ubicación, limpieza impecable, desayuno abundante.

Nada de nada.

Hermoso albergue, gran jardín, anfitrionas maravillosas, información útil, prestan bicicletas, solidaridad.

Nada que no me gustase.

La ubicación del hotel es conveniente, a solo 10 minutos a pie del centro del pueblo. Las habitaciones y los baños son muy limpios y cómodos, con todo lo necesario para una estancia agradable. El personal es amable y servicial, y el desayuno es delicioso, especialmente las mermeladas caseras. Además, el jardín es encantador y ofrece un lugar tranquilo para relajarse.

Además, el wifi no llegaba a las habitaciones, lo cual dificultaba trabajar desde el hotel.

Mi madre y yo disfrutamos mucho de la amabilidad del personal, que nos ayudó a encontrar una mejor habitación de la que habíamos reservado inicialmente. nos encantó que tuviéramos aire acondicionado en la habitación y las ventanas amplias con protección contra mosquitos. El jardín y las diferentes áreas de entretenimiento, como la sala de juegos con mesa de ping pong, fueron fantásticos. El ambiente general del lugar es único y acogedor.

Os recomiendo este fantástico lugar.

Hermoso albergue con gran jardín y huerta. Anfitrionas maravillosas y solidarias.- Información y bicicletas disponibles.- Playas paradisíacas cerca.- Sentido de compartir y solidaridad.- Joyita de pueblo.- Amabilidad y búsqueda de opciones.- Buena relación calidad-precio.

Imposible encontrar algo.

Me encantó mi experiencia en este albergue durante la navidad. Lo que más me gustó fue la amabilidad del personal, siempre dispuestos a ayudar y hacer que mi estancia fuera lo mejor posible. Además, me sorprendió gratamente la belleza del edificio, con sus amplias salas comunes y jardines, que le daban un encanto especial. disfruté mucho del delicioso desayuno que ofrecían, con una gran variedad de productos para elegir.

Por otro lado, hubo dos aspectos que no me gustaron tanto. En primer lugar, las habitaciones eran bastante calurosas y no tenían aire acondicionado.

El lugar es hermoso, espacioso y luminoso, con un gran jardín con huerta. Las anfitrionas te facilitan información y prestan bicicletas. Tienen un sentido de la solidaridad que te hacen sentir que otro mundo es posible. Divino el lugar, las personas que conocí, las playas cercanas, el pueblo es una joyita. Gracias, sois todo lo que está bien.